Fondart Regional 2008 con la obra de teatro "Mujercitas".

La compañía de teatro "El Sastre" ha sido favorecida con el Fondart Regional 2008, con su proyecto titulado: Mujercitas; Recuperando los valores familiares a través del teatro.

Su objetivo es realizar una itinerancia regional con la obra de teatro "Mujercitas", a diferentes comunas de la región del Bío-Bío que son las siguientes: Arauco, Cabrero, Cañete, Chillán, Lebu, Los Angeles, Quirihue y Yumbel.






El texto es una adaptación libre de la novela de Louisa May Alcott hecha por la actriz Ana María Quiroz.

Sinopsis argumental

Margaret, Josefina, Elizabeth y Amy son cuatro hermanas muy diferentes pero unidas a una madre que consideran como ideal, el padre está en la guerra y la vida no es fácil. Navidad será diferente este año tras la ausencia del padre, pero estas chicas buscaran la forma de que sea especial, tendrán momentos de entretención en el juego teatral y conocerán a un buen amigo: su vecino Laurie.
Pero no todo es color de rosa, debido a la enfermedad del padre su madre debe viajar y dejarlas solas, es ahí donde tendrán que asumir otras responsabilidades y enfrentar problemas. Es la historia de la madurez, del crecimiento y la búsqueda de la felicidad en la vida familiar.

Temas

La obra nos muestra el valor inconmensurable de la familia.
Nos permite ver crecer a estas dispares jóvenes y nos enseña a mantenernos optimistas y a no dejarnos derrotar por los golpes de la vida.
Resaltan también los temas de lealtad, hermandad, solidaridad y amistad.




Fondart Regional 2007 con la obra de teatro "Álamos en la azotea"

La Compañía de teatro "El Sastre" es favorecida con el Fondart Regional 2007, con su proyecto titulado "Llevando el teatro al fin del mundo".
Su objetivo es realizar una itinerancia regional con la obra de teatro “Álamos en la Azotea”, a diferentes comunas de la región del Bio Bio que son las siguientes: Bulnes, Cabrero, Coelemu, Laja, Lota, Ranquil, San Rosendo y Yumbel.


Sinopsis argumental.

“Un hombre que vive en soledad gracias a su orgullo, es persuadido por su nuera y su hijo, para volver al lado de su mujer, con la cual están separados hace 13 años. El conflicto se desarrolla en la negación de ambos para estar nuevamente juntos y en el temor de la nuera, de vivir esta misma realidad en su matrimonio, debido a que su esposo posee el mismo carácter de su suegro.”

Comentario de la obra hecho por el autor

En mi calidad de autor de la comedia ÁLAMOS EN LA AZOTEA, fui invitado a presenciar en Santiago su puesta en escena, por la Cía. EL Sastre, integrada por alumnos de la escuela de Teatro de la Universidad del Desarrollo de la ciudad de Concepción y debo decir que me llevé una muy grata sorpresa.

Y digo sorpresa, por tratarse de un elenco del cual podría suponerse una cierta inexperiencia en el difícil desafío de montar comedias realistas, sobre todo tratándose de actores en ciernes y con recursos escénicos obviamente limitados, pero no sucedió así, porque como ya dije, me enfrenté a un montaje lleno de veraz vitalidad, que colmó mis mas exigentes aspiraciones.

Manejan ellos la comedia con soltura y naturalidad, haciendo que la acción se desarrolle sin tropiezos y el juego escénico envuelva al espectador con su creíble naturalidad, no me hicieron añorar montajes anteriores de la obra realizados por elencos profesionales.

Fue una experiencia muy grata que mucho les agradezco y que espero les de nuevas satisfacciones en futuras representaciones. (Egon Wolff)


Participación en la I muestra de Teatro a Cántaros:




Comentarios del periodista DARWIN CARIS
FESTIVAL TEATRO DEL SUR, organizado por el Teatro Facetas, Santiago 2006.


Una vuelta al teatro realista es lo que propone la compañía El Sastre con esta obra de autoría del chileno Egon Wolff. Desde Concepción llega una escenificación de un conflicto donde la separación es el eje. Un hombre maduro y orgulloso vive apartado de la familia y es su nuera y su hijo quienes van al salvataje para que vuelva al lado de su mujer a revivir los días en que compartían un salón de belleza como símbolo de empresa familiar.
La negación de ambos pilares, los esposos separados por casi quince años, desencadena esta comedia doméstica donde los caracteres juegan un rol primordial cuando de la reconstrucción de los lazos perdidos se trata.
Con la dirección de Luciano Morales, los cuatro actores dan vida a este montaje donde no hay pirotecnia ni estallidos de verborrea vacía. Por el contrario, es en el texto y en las actuaciones donde reside la fuerza de este trabajo que ofrece la compañía penquista. Las actuaciones están parejas pero sobresale Alexis Ulloa que da vida a Moncho, el arisco anciano que niega su orgullo herido y que no quiere ver más allá de las quejas. Quejas contra su mujer y sus modos de vida; cotidianidad que los cansó hasta el punto de vivir apartados, pero no por ello sin los cariños y el amor mutuo. Ulloa destaca por su trabajo gestual; su modo de andar lento y sus ropas descuidadas dan cuenta de su auto abandono. Es un actor con ángel que provoca risas y enternecimiento. Cabe preguntarse si vale la pena llegar a viejo cuando ante nuestros ojos vemos las carencias de quienes ya sobrepasan la tercera edad.
Su contrapeso como protagonista está en Angela, la nuera, Roberto el hijo y en Wanda, la esposa presa del conflicto. Ninguno de los anteriores da en el tono de emotividad, punto desfavorable cuando se trata de una obra de teatro que apunta a los cariños contenidos, limitados. El hijo visita al padre en forma mecánica y le desliza un “por si usted no lo sabe, yo lo quiero” frío, como a la pasada. Quizás es una de las sutilezas de Wolff para demostrar en qué punto están las relaciones en las familias posmodernas.
Finalmente ambas partes ceden en sus mezquindades y se reencuentran en la complicidad perdida. El detalle del tango, que bailan las parejas en el escenario, da cuenta de lo importante que es dotar de sutilezas las relaciones para recomponer los lazos perdidos, como haciendo patente la pregunta que más de una vez hemos hecho ¿podemos comenzar de nuevo?